Los Talleres de Cata de Aceite son una de las actividades que más desarrollamos y más éxito tienen entre los visitantes de nuestro Centro de Interpretación Olivar y Aceite. Lo desarrollamos diariamente, teniendo varios pases en fin de semana, y en ellos descubrimos los secretos de este maravilloso producto que es el Aceite de Oliva Virgen Extra. Todo ello con varios objetivos:

  1. Adentrarse en el trabajo en un olivar y en una almazara.
  2. Tener claro cuáles son las clases de aceite que existen.
  3. Comprender mejor nuestra gente, nuestra provincia, nuestra cultura e introducirse en ella.
  4. Cómo defenderse a la hora de comprarlo.
  5. Entender mejor qué aceite estamos usando en casa.

Por tanto, tenemos más de una hora por delante, donde nuestro equipo, Andrés, Tomás, Rocío o Sole, darán buena cuenta con sus explicaciones, a todas estas incógnitas. Por suerte para el visitante, todo el equipo es experto y estamos acostumbrados a responder dudas, dudas y dudas de nuestros clientes. Para nosotros es una de las actividades que más nos gusta realizar por el contacto directo con el visitante y por el rico intercambio de experiencias e historias que ocasionalmente surge entre “profes” y “alumnos”.

Muestras a testar en el club de cata.

Y sin olvidarnos de lo que hemos venido a hacer en el taller de cata, que es catar. Aprender el arte de la cata de los aceites de oliva virgen y, de paso, intentar que los asistentes adquieran un conocimiento básico sobre los principales aspectos de este producto. Pero lo principal es entender algo mejor, el concepto de calidad en los aceites a través del olfato y del sentido del gusto.

Así que, ¡sorpresa!. No vamos a mojar el aceite con pan, como muchos de nuestros clientes piensan de inicio, si no que vamos a bebernos el aceite. No mucha cantidad, pero vamos a beberlo. Llegaremos a catar 3 muestras de aceite que, tras un pequeño entrenamiento, seremos capaces de identificar si son de mejor o peor calidad, oliéndolos y probándolos.

Por tanto, la cata del aceite es un mecanismo que nos ayuda a disfrutar y descubrir todos los matices sensoriales, los aromas y sabores que este producto encierra. Esto nos da una idea de cómo afrontar su combinación con otros alimentos o simplemente elegir el AOVE que más nos gusta. Es un juego sensorial al fin y al cabo.

Para finalizar, contamos con una pequeña y “dulce” sorpresa en la parte final, que pone el broche ideal a una sesión de aprendizaje y disfrute.